Su nombre se debe a la escalera en espiral que tiene en el interior. También se le conoce como el Observatorio, pues es posible que este edificio redondo y situado sobre dos plataformas rectangulares con diferente orientación sirviera para realizar observaciones astronómicas.
Las torres redondas son un rasgo bastante excepcional en la arquitectura maya y, aunque existen algunos ejemplos de la misma época, la estructura del Caracol es la más elaborada y majestuosa. La fachada está adornada con mascarones y figuras humanas rodeadas por plumas. Su apariencia actual es resultado de varias remodelaciones. En el lado sur se agregaron varias construcciones, como cisternas, un baño de vapor y un arco sobre el sacbé.
A través de la investigación, se han encontrado las distintas relaciones con estos eventos.
Debido a sus distintas posiciones, en uno de estos puntos que da cara al norte es posible observar Venus aproximadamente cada 8 años, en otra de sus ventanas se puede apreciar la caída del cenit el 20 de mayo.
Los equinoccios y solsticios también pueden ser vistos a través de ellas, esto ayudaba a la región a tener una mayor exactitud y tomar decisiones para establecer los periodos de siembra y cosecha, así como también a conectar los edificios con los dioses mayas, ya que el sol, la luna y la estrellas son consideradas representaciones físicas de algunos de ellos dentro de esta cultura y podían ser observados desde estos puntos.
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